La Cámara de Comercio de Cáceres reclama la puesta en marcha de ayudas directas urgentes que salvaguarden al tejido empresarial de la provincia cacereña para afrontar la recta final de un año empresarialmente caótico.
Las medidas hasta ahora adoptadas para aliviar la preocupante situación por la que atraviesan los comerciantes, hosteleros, pymes y autónomos son insuficientes para curar las profundas heridas que sufre el tejido productivo de la provincia, cuya facturación ha caído estrepitosamente como consecuencia de las restricciones derivadas por la pandemia.
En opinión de la Cámara de Cáceres, el Ejecutivo nacional no está apostando todo lo que debería para ayudar a las pymes, a los autónomos, así como al comercio y a la hostelería, sectores que han actuado durante este año con entereza y responsabilidad.
Prueba del ahogo que están sufriendo profesionales del sector es la oleada de subidas de las cuotas de autónomos, pese a que más de la mitad sufren una caída de facturación superiores al 50%.
Para la Cámara de Cáceres este tipo de decisiones no son aceptables y considera imprescindible que las medidas hasta ahora adoptadas por los Gobiernos autonómico y nacional se vean reforzadas con actuaciones de calado que de verdad den un halo de esperanza al tejido productivo nacional y, ya en concreto de la provincia cacereña.
Exoneraciones fiscales, bajada de cuotas, paralización de ciertas tasas y, sobre todo, poner a disposición de las empresas, comercios, autónomos y emprendedores líneas de ayuda directa, serían algunas de las soluciones que el tejido empresarial cacereño lleva reclamando a gritos durante meses para salvar sus negocios.
Esta toma de decisiones debe ir acompañada por parte del Gobierno de la nación con una mayor sensibilidad hacia el mundo de la empresa, porque sin empatía ni unidad de acción va a ser complicado poner punto y final a esta crisis económica.